Todas revolucionarias….pero ¿ya hicieron el ejercicio de revisar sus privilegios hoy?

NOSOTR(A)S DECIMOS “ANARQUÍA”. SI NO PODEMOS SER VIOLENTAS, NO ES NUESTRA REVOLUCIÓN
                                                 La paz nunca fue una opción.                                                                       Magneto, X-men
A nosotras nadie nos traducirá, y si por caso alguna chica de la clase media tiene a bien reproducir este texto en otra lengua esperamos que NO deje aquí estampada su firma para engordar 5 minutos más su fama activista.
A nosotras no se nos divulgará en las redes sociales porque no sabemos qué dicen nuestras madres acerca de tener o no maridos, acerca de tener o no ideología porque hemos matado a nuestras familias hace tiempo atrás o simplemente no les estamos hablando por lo que nos resta de vida. Y eso es motivo de alegría eterna terrenal.
A nosotras no se nos leerá con tanta fruición porque no podemos inscribirnos en las categorías dicotómicas contractualistas de siempre que creen que hay que seguir pensándose contra las izquierdas; y eso suele inquietar a quienes aprendieron a leer con los derechos de marca registrada, y no conocen nada del pensamiento ácrata, o solo lo saben a través de los libros.
A nosotras no se nos reconocerá, y que bueno que así sea, porque hemos decidido quedarnos en Sudakalandia con muy pocas amigas europeas.
Sin nombres, sin prestigios, sin pasaportes, sin familias, experimentamos el sabor de la molotov, de la nafta, el humo de la goma quemada cortando el puente y abriendo el camino como quien experimenta un maracuyá, un mango, o un fisting.
No queremos convidar a Marx más que a su destrucción total y radical de la faz del planeta. No queremos invitar a ningún filósofo que no ponga el cuerpo en la trinchera, que no experimente con nosotras sus potencias desubjetivadoras.
Sin identidad, sin novias, sin ser las queridas de ninguna troupe de artistontas pasadas de speed, hemos clonado a los gilles y a los félix, a los baruch y a las michel, a las beto y a las monique, hemos hecho con sus pensamientos de alcoba cómoda de piso en Europa o de beca transnacional, granadas de mano que destruyen los géneros y hacen proliferar las amazonas.
De nuestros cuerpos cyborg, de nuestras plataformas de tecno-vivas conectadas, con nuestros deseos inclasificables y nuestras nuevas y extrañas formas de placer creamos un mundo con los animales, con lxs indígenas alzadxs contra los Estados de las repúblicas bananeras y contra todo el séquito de niñitos bien que difunden pensamiento europeo-blanco en las Academias y las galerías de arte, o apoya gobiernos progresivo-progresistas en las regiones ocupadas de Sudakalandia. No estamos hablando de soberanía, sino de amistades políticas y de huir, fugar, correrse del lugar del arte y la Academia y continuar, sin embargo, haciendo filo-sofía.
Asúmanlo, les hemos robado, les hemos expropiado, les hemos quitado su propiedad privada sobre bienes intan-giles, su propiedad intelectual, su reconocimiento, y ahora no las citaremos en nuestros nuevos agenciamientos donde ustedes no están convidadas porque forman parte del problema, de lo que hay que destruir con sus copyright, y sus museos, y su cuir, y su arte, su disidencia sexual, y su cohorte de pasadas en pastillas transnochadas que ya ni pueden decir la diferencia entre policía de tránsito, un paramilitar y un segurata de supermecardo.
Código abierto del cuerpo y no de la boca para afuera, chatas, hartas, aburridas de la impunidad acomodaticia con la que escriben y con las que las leen, hemos mutado lo mejor del pensamiento feminista radical y el post-estructuralismo 2.0 en una máquina de guerra que las ensordezca con nuestra risa irreverente, una carcajada porque ustedes son ridículas formitas de controlcito dictando la elegancia revolucionaria que se viene este verano.
Sentimos vergüenza y gracia de la demagogia sin brillo y los slogans publicitarios de las comisarias del arte que escriben “ciudadanía”, “amor”, “paz”, “total” como quien dice “voy a modificar radicalmente las subjetividades que en mí anidan”.
Sentimos vergüenza de los promotores sudakas acríticos de tales estrategias de posicionamiento conceptual en la góndola del supermercado del pensamiento.
Son los animales, las selvas, las tribus, las trabajadoras sexuales, las travesti, lxs que viven en las calles, lxs migrantes quienes no nos dejan decir “nosotras” sin hacernos cargos de nuestros privilegios, de todas esas categorías caducas, esas ficciones aberrantes que aún operan en el campo de batalla, es decir, en nuestros cuerpos.
Raudamente nos alejamos del amor porque no habrá paz hasta que se agote esta guerra. Contra el ciudadano que vive en mí, contra el Estado que parasita en mí, contra el trabajo al cual se obliga a mi cuerpo dentro del heterocapitalismo, contra el hippismo postporno de las artistas cuir con miedo del conflicto anti-social, contra las totalizaciones, oponemos la alegría de la anarquía, es decir la amistad-animalidad política… ya contra la heterosexualidad como régimen político. Au-au.-
                                                          (Foucault para Encapuchadas)


https://leonorsilvestri.wordpress.com/

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.