Sobre los discursos racionales que velan lxs cuerpxs

Fragmentos de intervenciones: foro sobre Lenguaje y argumentación lógica

Mientras hace unos años, en una maestría en Filosofía, volvíamos a cursar «Lógica del Lenguaje» – o algo así se llamaba- tenía el deja-vú de pasar por las mismas reflexiones – unas de hacia 10 años antes- respecto de las estructuras lógicas del lenguaje y la racionalización de «lo que se dice».

Recorrer estas estructuras y categorizarlas a través del orden lógico el cual les da sentido a los enunciados. Una leyenda Aristotélica que resulta útil para el orden de las palabras, las oraciones y permiten el acceso a la comprensión del lenguaje oral y escrito. Pero que a la hora de pensar «verdades» nos quedaba siempre el postulado de la «coherencia interna lógica», es decir, que dependiendo del orden correcto dentro de las propias estructuras internas del lenguaje residía la verdad de lo enunciado. Más allá, o más acá de que verdadero NO es lo mismo que enunciados válidos/no válidos, la lógica a través de sus leyes metodológicas de análisis proposicionales termina sentenciando: verdado/falso.

Hasta aquí todo bien con las estructuras metodológicas de análisis, lo que llamaba la atención era que, habiendo pasado 10 años del primer encuentro con LA LÓGICA y su estudio, no había indicios ni mención alguna de su poder como sostén de estructuras discursivas, que a través de su correspondencia con la realidad/identidad – la leyenda Aristotélica inútil- colaboran en la construcción de verdades hegemónicas que operan en las formas de vida de las personas. Más allá o más acá de estudiar solo lo analítico me sorprendía que no se pueda ni hacer mención alguna, nota al pie siquiera, respecto de la relación que hay entre las leyes lógicas, sus criterios de veracidad y la circulación de discursos avalados en su verdad otorgadas por la coherencia de «lo que se dice».

Lo que no me sorprende es la reproducción de la enseñanza académica fragmentada en áreas cada vez mas específicas – especializadas en sectores cada vez más diminutos de la realidad: especialización de posgrado del uso de los puntoycoma en fulanito de tal del 80 al 81- que van desmigajando la realidad, instalando que el conocimiento es sobre cosas separadas y en mundo distintos.

Que el lenguaje tenga sus lógicas internas para coherencia, sus leyes de veracidad, estructura, método y orden, no quiere decir que no funcione, pero tampoco que esté desligado a la construcción de sentidos arbitrarios para lo que vale y no vale decir, lo que interesa o no interesa al ser expresado, lo que se autoriza o no a ser dicho…. No es solo Cómo se dice, ni Qué de está diciendo, sino Quien lo está enunciando, y aquí todo un mundo sesgado por la «objetividad» de la metodología.

Habla un cuerpo, una historia de vida, hablan opresiones que duelen en las espaldas, hablan los márgenes del sistema productivo, hablan los desechos sexuales de las normas morales religiosas, hablan , habla el hambre, la pobreza y el miedo, habla el goce de otros cuerpos festivos, hablan las vidas divergentes, hablan lxs incómodxs y lxs inadaptadxs. ¿Qué estructuración lógica se le da a los enunciados de estas voces? ¿Hasta cuándo seguir enseñando Aristóteles sin contextualizar lo político de lo todo?

Lo que no se nombra, no existe….dicen por ahí. Me gusta más pensar que » lo que se dice construye, y lo no dicho opera».

Aquella vez en el foro intervine como comparto aquí seguido. Me interesa que discutamos talvez, algunos «relativismos» no sean eso que se dice que son, sino posibilidades para moverse de lógicas que limitan expresiones de vida y pensamientos,

que abren camino pechando apretado entre tanta costumbre para poder modificar vidas derribando moralismos que solo generan culpa y frustración,

huequitos para safar de la soga sofocante de las hegemonías por las que somos habladas y no nos dejan hablar,

expresiones de la época que surgen como necesidades y formas de resistencia ante un mundo que solo nos enseña el acomodo a la opresión

otras verdades verdaderas no inmutables

herramientas para vivir

No es que todo de lo mismo, sino que no todo es igual…

Fragmento de intervención en el foro:

"(...) Todos los discursos son formas de crear mundos que operan como redes de poder legitimando algunas existencias en detrimento de otras y todos estos discursos son construidos de manera histórica acorde a intereses diversos que se van yuxtaponiendo o imponiendo de manera dinámica según la época. Me pregunto cuántas veces habrá servido la razón para legitimar injusticias o enaltecer sectores que a través de sus usos retóricos, dialécticos, convincentes o persuasivos han establecido fuerzas de poder recortando voces, experiencias y otras formas de entender la realidad.

Ahí es donde pienso en cuántos del relativismo sirve – o no- para poder abrir el debate en torno a las verdades, qué verdades, desde donde etc. Más allá del componente lógico y de estructura del lenguaje pienso en ¿

qué pasa cuando aun siendo la argumentación lo más racional posible atenta contra otras formas de vivir?

¿ es el lenguaje posibilitador de otras realidades?

¿qué cosas hacen legítimos los discursos? ¿ son sólo los argumentos basados en la razón , en la lógica ?

¿ qué lugar tiene en esto la experiencia y el cuerpo? ¿ es posible darle lugar al cuerpo como potencia de argumentación de algo?

Pienso en los juicios injustos que se basan en discursos y argumentaciones, pienso el las legitimaciones de poderes políticos a través de discursos, pienso en el congreso cuando se debate por medio de argumentos de toda índole para tomar decisiones sobre las vidas de las personas, nuestra salud, nuestra educación, nuestros cuerpos. ¿Es qué acaso no tenían más claridad política en esto los sofistas? ¿hasta donde nos llevó la necesidad de la precisión obsesiva lógica argumentativa? ¿hasta dónde sirve argumentar cuando parece que estamos en frente de universos simbólicos inconmensurables?

Pienso en la biología, lxs médicxs, lxs religiosxs argumentando sobre decisiones que deben tomar quienes deciden gestar- o no hacerlo- en el debate respecto al aborto, pienso en el juicio a Reina Maraz que estuvo presa 3 años con su bebé porque no pudo defenderse – con el lenguaje ni ningún tipo de argumento- por el hecho de hablar otra lengua.

¿son los argumentos sólo válidos según las estructuras del lenguaje en lo que se los usa?

¿manejar un tipo de idioma- lenguaje no es » pensar» de esa forma?

¿pueden equipararse las lenguas en sus significados?

¿ no deberían ser los argumentos entonces formas que además de seguir estructuras racionales tomen en cuenta las experiencias del cuerpo como lugar también de «la verdad», o por lo menos, «lo real» fusionándose con intereses prácticos y no solo meramente discursivos?

Tal véz no era el objetivo de este foro plantear estas dudas pero prefería hacer este aporte y no hablar de lo que dice el texto que primero ya hemos leído, y otrxs compañerxs además lo han sintetizado aquí. Me pregunto estas cosas en sentido Nietzscheano (Sobre verdad y mentira en sentido extramoral 1873) pensando la argumentación como estructuras discursivas del lenguaje creadoras de verdad – y mentira- y por tanto de un orden del mundo ¿debe ser igual para todxs en todo lugar y en todos los tiempos?

¿ qué convenciones del lenguaje nos sirven para vivir la vida que queremos vivir?

En este sentido pienso en la originalidad de los sofistas que más que generalistas y relativistas de la verdad se orientaban a una búsqueda de persuasión para lograr esa Grecia democrática que se planteaba sostener y vivir – discusión aparte de qué entendían por democracia y quienes realmente participaban de esta- repartiendo las herramientas que en última instancia serán las que harán posible: las del lenguaje, las de la argumentación. Pienso en el sentido político de la legitimación de los discursos. No es entonces y finalmente ,como dijo Protágoras, el «hombre» la medida de las cosas? (….)»

B.B


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