Freire y ESI ¿qué amor y qué cuidados? ¿qué liberación?

Fragmentos hilados en foros

les proponemos que tramen aquello que  sienten  y piensan sobre su praxis con algunas de las categorías teóricas que vimos hasta acá. Para ese entramado entre los propios deseos y las categorías trabajadas en los módulos les proponemos que problematicen e interroguen los modos en que  las transformaciones sociales contemporáneas (la perspectivas de género, ambiental y  la cultura digital) interpelan las prácticas educativas e impulsan la construcción de problemas y saberes situados.                 

Nos gustaría que acompañen este escrito con  una imagen que les resulte significativa

Oraba la consigna del curso. Siempre caigo en la misma, me digo «bueno respondé lo que preguntan y tratá de ser sintética», pero es en vano, termino siempre debatiendo con no se quien (conmigo misma seguramente) sobre todos los alcances y límites que veo y pienso de lo que me piden. Y empecé…

A medida que voy leyéndo los módulos me voy reconociendo en mi práctica docente, y también en las prácticas grupales educativas tanto formales como no formales y populares por las que fui y voy caminando y agrupando. Posiblemente por mi formación en Filosofía se me de como «natural» el problematizar(lo) todo y que la vida no pueda ser pensada incluso, fuera de la praxis. En este término y con ese sentido «político» freirreano de la educación, o más bien de «lo educacional» (no?) es cómo y por dónde basé mi experiencia y mi trayectoria en las escuelas estos 12 años. Siempre pensando el contexto, siempre situando, comprendiendo la educación no solo como un derecho sino como esta transformación del mundo (cómo se hace énfasis en las ideas de Paulo en el módulo 1) pero con un intenso sentido «ecológico» como amor a la vida.
Entiendo que mi deseo por la educación nació como sentido de justicia y en ese sentido ya nació freireana sin saberlo (en términos teóricos por lo menos) . Creo que si bien muchas de las ideas o de los objetivos o lecturas del pedagogo son transformadoras para pensar los enfoques o desde dónde se piensa a la educación (para quién, qué sujetos, que voces pueden saber o no) y desarrollar no solo una praxis en sentido del sujeto político de la educaciónn y el protagonismo del educando, sino una praxis crítica de toda la vida en general. Como cuando en «cartas pedagógicas» expresa este concepto de ecología como llamado de amor al mundo.
En ese sentido pueden quedar ideas caducas para traspolar hoy o resultarían muy forzadas pero al mismo tiempo, otros conceptos son más que pertinentes para poder retomar y resignificar al calor del contexto y las luchas sociales de hoy. Una pedagogía de la liberación le hablaba a la clase trabajadora, ponía y daba voz a «lxs excluidxs» y esos términos creo que la educación debe y sigue, lxs educadorxs más que nada, seguimos, apostando a eso, porque además nos reconocemos, algunxs, como parte de esta clase también. La educación entonces sirve para luchar, en los 60 para unas cosas, en 2023 para otras, pero sigue siendo un instrumento de justicia, de transformación, como se citaba a Freire que nos decía algo así como «aunque la educación no cambie al mundo, no habría transformación sin ella» . Los que me llevó a desear educar fue dar cuenta de la necesidad de la transformación del mundo, que luego en mi propia praxis entendí que era primero una trasformación mia como SENSIBILIDAD POLITICA (pues palabra sujeta/o no me pone cómoda para definir ninguna persona, justamente un «sujeto liberado» una contradicción en si misma , no ?
Creo que es fundamental retomar los aspectos humanos y de la valoración «del amor» del que habla Freire pero no para seguir romantizando una profesión como sacrificio o como una tarea evangelica o de «vocación» porque sabemos lo cansadxs que estamos, lo que es transitar y vivir tantas escuelas, gente, problemáticas sociales, condiciones materiales, escuelas sin agua, con techos que se caen , violencia, hambre, calor, frío etc. Sino apuntar a la potencia de «lo posible» , justamente, en términos de «no perder» ese horizonte político, que no es más ni menos que la concientización de saber que podemos elegir.
Por todo esto creo que hay un vínculo entre la perspectiva de géneros, la educación ambiental la cultural digital, y principalmente como activista y formadora en ESI (Educación Sexual Integral) el énfasis en el cambio cultural y la apuesta al «amor del mundo» (que es para mi una apuesta a los cuidados mutuos no sentido paternalista sino como micropolíticas de lo colectivo) es fundamental en toda práctica pedagógica, para reconocer la complejidad del mundo, escuchar y comprender alx otrx, construir sentidos, valorar la afectividad y reconocer que lo real es lo diverso. En fin….tantas cosas…. Somos muchas veces mas freireanos de los que sabemos…

un abrazo de lucha a todxs


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